Selección de experiencias referidas por alumnos en autoinformes (de pequeños retiros o prácticas intensivas) presentados para la tutoría y seguimiento del trabajo personal y grupal. Las incluimos aquí para que sirvan a otros alumnos y visitantes de nuestra web.

Obviamente las citas son anónimas para preservar la confidencialidad.

Me doy cuenta que estoy en un continuo bombardeo de ideas. Según iban pasando los días, las ideas venian más lentamente. Concentrarme en la respiración me ayudaba a centrarme y a calmar mi mente. He observado que mi postura, a nivel del tronco, es de hombros encogidos, pecho hundido, así como una escasa capacidad pulmonar. Me ayudó mucho poner mi mano derecha sobre el pecho y la izquierda sobre el ombligo. Esta experianza me ha ayudado a tener más contacto con las personas que me rodean a nivel de amistades y laboral

Llegué con miedo a sentarme en el suelo por una lesión de discos. Acabé sentándome y me fue bien con la espalda. Tuve dolor en la pierna izquierda desde el tobillo hasta la ingle en todas las sentadas, excepto en la rueda en la que compartíamos nuestra experiencia. Había hecho un repaso de mi terapia y de lo que me había encontrado de mí mismo durante el proceso. Tras el primer o segundo día tuve un sentimiento de aceptación de mis defectos y también de luchar menos por mantener una autoimagen artificial. Por otro lado, me sentí muy rígido y controlador con el resto de compañeros. En una de las últimas meditaciones me invadió un sentimiento de esperanza ligado a un deseo-decisión de cuidarme, de vivir con más salud.

Yo esperaba que la esperiencia fuera más espiritual, más trascendente. Lo que sentí en el retiro es que nos centramos en realizar ejercicios físicos poniéndo la atención en la respiración, en lo que sentiamos y pensábamos. Sin embrago, a mí me falto ese lado energético-espiritual que me es difícil de explicar.

He llegado con una sensación de estancamiento, aburrimiento, siempre lo mismo. Estaba de alguna manera enganchado a tener sensaciones agradables en la meditación, por eso considero buena cosa haber pasado una fase de dolores que se han concentrado en los empeines, rodillas, muslos y pantorrillas durante este intensivo. Alguna vez he sentido que un fuerte dolor tomaba menos importancia si ponía mi atención en la respiración, sin embargo cuando me centro en el dolor (por ejemplo en mi rodilla izquierda), no acabo de sostener la atención por la sensación de que este se va intensificando.
Fantaseo con que me va doler demasiado cuando abra mi pecho y esto me da miedo, aunque hasta ahora esta fantasía negativa no se haya cumplido y a pesar de sentir que voy abriendo esa zona poco a poco y que mis dolores esta vez no hayan ido por esa zona.
He tenido bastante presente una voz que hacía juicios de valor desde un punto de vista sexual.
He podido llegar a ratos a estar bastante concentrado, sobre todo ayudado en las meditaciones guiadas, por primera vez he tenido la mente lo suficientemente quieta como para considerar que podía empezar a observar alguna imagen o idea (han sido los momentos de mayor gozo). Esto ha significado tomar un poco de perspectiva de que existe un punto desde donde puedo empezar a observar sin sentirme identificado.
Me ha venido bien coger un método que me sirve para centrarme más al principio de la sentada con la respiración como objeto y que añado ahora al que ya utilizaba antes. Amen del ejercicio de hemisync que incluye letras y números.
He terminado tocando una tristeza profunda que otras veces ya había aparecido, y percibiéndome en cierta distancia respecto de las demás personas y el mundo.

Experiencias referidas por alumnos en autoinformes basados en diarios personales de la práctica de meditación, utilizados para la tutoría.

Estos últimos meses no me estoy poniendo a meditar regularmente.
Me siento muy disperso y con la mente muy excitada.
En la posición de meditación solo estoy una vez a la semana.
Cuando me coloco en la postura, físicamente me siento cómodo.
Pero mi mente esta tan agitada, que tengo que pasarme toda la sesión solo concentrándome en la respiración con esfuerzo.

Me cuesta verme tan disperso.
Estoy escogiendo realizar relajaciones con conciencia de la respiración.
Me coloco tumbado y me concentro mejor en la respiración.
Todos los días lo hago una ó dos veces mínimo media hora.

En este momento estoy así.
En alguna sesión meditando me he sentido mas concentrado.
Practicando solo, últimamente veo que me disperso.
Me apetece la posibilidad de juntarnos en grupo, algún día mas solo a meditar.

Este último mes he meditado poco. He tenido periodos en los que sentía mucha rabia y no conseguía permanecer sentada. A continuación escribo las cuestiones más significativas que he entresacado del diario de meditación:

Cuando me he visto con mucho ruido en la cabeza he decidido centrar mi atención en las piernas y el culo y esto ha hecho que bajara la respiración al estómago y relajara el diafragma. No sé si esto es manipulación pues no he continuado observando la respiración sino que he intentado que esta bajara.

En relación a la postura me he dado cuenta de que desplazo el centro ligeramente hacia atrás por lo que he de sostenerme con el estómago y esto dificulta relajar estos músculos para poder respirar con toda su capacidad. Si desplazo el peso un poco hacia delante me sostengo con las rodillas y el culo y así me siento más asentada.

En una meditación después de hacer surf tengo una sensación muy extraña. Es como si me metiera dentro de mi cuerpo en forma de una persona diminuta, incluso los sonidos de fuera me suenan lejanos. Soy una persona diminuta que anda dentro de mi cuerpo. Mi cuerpo es como un edificio hueco y blanco. Yo soy mi cuerpo y al mismo tiempo no lo soy. Cuando termina la meditación me siento como volada, como si sólo pudiera prestar atención a lo más inmediato porque si no se me va la cabeza.

En otra meditación he tenido la sensación de que yo no soy más que un cuerpo y su funcionamiento fisiológico. No sé explicarlo, siento un calorcito que me sube por la garganta hasta mis ojos y siento unas lágrimas, vamos, agua deslizándose por mis mejillas y haciéndome cosquillas y enfriando mi cara, y tengo la sensación que ahora no soy más que eso. Presión, movimiento, agua y química. La vida así parece muy sencilla. El concepto de gestionar los sentimientos de esta forma adquiere sentido pues supone que cuando siento cierta presión he de dar los pasos necesarios para encauzar ese flujo y despresurizarme. Nada más.

En alguna meditación he sentido mucho calor y se me hacía desagradable pues era como si estuviera a punto de tener una erupción de algo. Me he dejado sentir y me ha resultado agradable sentir cómo salía el sudor por los poros y ver que no sucedía nada más.

Estos dos meses, la verdad es que no he practicado la meditación todos los días como me había propuesto, ni siquiera dos o tres días a la semana, así que no tengo mucho que contar.
Las veces que he meditado, me he propuesto aunque fuera mantener la postura correcta, y ya eso me costaba. Tiendo a irme hacia delante, la cabeza se me inclina todo el rato hacia abajo, la espalda se me encorva, tengo la sensación de tener una espalda muy débil, con la que me cuesta sostenerme, esta sensación la tengo a lo largo de todo el día. También me duelen las piernas, o se me duermen.
Mi mayor problema ha sido distanciarme, desidentificarme de mis pensamientos. Continuamente diálogos, planes, organizarme, me acuerdo de cosas pendientes, de conversaciones que he tenido... Solo un par de veces he sentido que realmente me distanciaba, y tenía la sensación de estar viendo a otra persona.
Desde luego no he conseguido llevarlo a la vida diaria, conservar la energía, y mantenerme presente como dice en el libro. Espero la próxima vez tener algo más interesante que contar. Me he propuesto tomarme muy en serio lo de meditar cada día por la mañana, además de hacer unos estiramientos y tal, que también me he propuesto, y hasta he buscado un sitio en casa, que he reservado para esto. A ver si cumplo este compromiso conmigo misma. Empezar todos los días así.

"Cada vez siento más aplomo y peso en el cóccix. El aire es como más limpio.
Los pensamientos vienen en oleadas. Reclaman atención y vuelven a irse. El cuello se rigidifica. Los riñones están doloridos. Me doy cuenta de que no presto más atención al abdomen de órganos internos. El abdomen está como atascado. Los ojos están doloridos. Van a su parte. La energía que está acumulada en ellos va bajando. Siento agujetas en los globos oculares. La mandíbula se dispara. Al final de la meditación salgo más energetizado. Más quietud en la cabeza. Piel sensibilizada. Mayor sensibilización al contacto...."

"Con movimientos lentos. Necesito parsimonia. A veces me siento como un niño. Son sentimientos de fragilidad, de sensibilidad, de asustarme por cualquier cosa, de asombrarme por cualquier cosa. De disfrutar pequeñas cosas, de desear el silencio, de desear hacer cosas bonitas. Los sentidos están más limpios y las percepciones amplificadas.

"los ojos doloridos. Hago con ellos movimientos involuntarios Si pongo la mirada al frente la columna varía. Al rato siento activación. Impulso de hacer para canalizar la ansiedad. Tengo ganas de llorar, para aliviar el dolor de ojos."

" La meditación es con pensamientos flotantes, dolor en los ojos, dolor en riñones, si levanto la vista la frente se modifica la columna. La respiración se despeja. El cuerpo va en una dirección, los ojos-cabeza en otra. Necesidad de llorar los ojos. Sueño. La energía, como el polvo, se aquieta y se posa. Necesito salir despacio. Muchas promesas de meditación.

" El cuerpo está cansado. Me duelen todos los músculos, en especial los riñones, que hacen que incline levemente el torso para no caer todo el peso del cuerpo en ellos. Noto mucha tensión en los músculos de la nuca. Quiero un masaje, y necesito tratarme con mimo, porque si no me parece que me pudiera romper."

"La fatiga la noto sobre todo el la punta de los globos oculares. Yo creo que se agudiza por el sueño. Por la falta de horas dormidas. Se extiende por la cabeza. Los ojos tienen movimientos involuntarios que se empalman con la mandíbula, y el cuerpo tiende a quedarse como encajado en sus propios huesos. Como atascado en una postura. Un pequeño movimiento y el cuerpo cruje.

"Desde una experiencia de visualización reciente me gusta saludar a mi corazón y decirle gracias por funcionar. Y él me responde: "no hay de qué", porque hoy está feliz. Los demás órganos, lo que más me preocupa, es el estómago. Mi aire no llega hasta el abdomen. La boca del estómago está obstruida. Mi conciencia en el estómago se vuelve sombría y espesa. Y el aire, llega bien hasta los pulmones, pero la boca del estómago es atravesado por una fina corriente de oxígeno.

"Me siento triste. Con los ojos llorosos, la espalda dolorida.... Tengo resaca del ejercicio hecho. Me duelen mucho los riñones. Y tengo todos los músculos en tensión. La sensación es de abrigar al pollito. De frío y de darme cuidados con dulzura. Los ojos me duelen."

"Hablé con mis órganos. Hablé con mi estómago. Sobre todo con la boca del estómago. Me dijo estar trabada de las comidas insanas que me doy. He decidido cambiar mi alimentación. Nada de carne y poco pescado. Comida natural y ecológica."

"La preocupación sobrevuela como una nube. A veces las "nubes" son como sueños. El cuerpo está firme como una vela, y asentado. La conciencia, aun con nubes, está despierta. Cuando termino tengo una sensación de desagrado, como el lloriqueo de un niño que le hace algo que no le gusta. El miedo a la catástrofe."

"La atención centrada, fina de terciopelo, la luz del cielo es agradable a los ojos, y la respiración va despacio, y estoy contento de estar vivo y contento de ser como soy. "

"A las noches con cansancio y sueño, cabeceo. A las mañanas mejor. Con dolor en riñones por el trabajo. Tratando de alinear la espalda. Donde la cintura, tiendo a doblarla y no caer el peso en el cóccix. A media espalda, a la altura del lumbago, también tiendo a meterlo hacia afuera, curvando la espalda. El pecho lo meto hacia dentro. Y la cabeza inclinada hacia el suelo. Levantar la mirada al frente cambia bastante la postura de la espalda, por ejemplo. Tiendo también a subir los hombros. Los hombros se caen hacia adelante al caer las manos en el regazo. Mayor conciencia de la mandíbula. Los ojos están muy acelerados. Temor a que el trabajo fastidie la espalda y me moleste en la práctica meditativa. "Respiración de terciopelo." Suavidad interna. Olvido contenidos de la mente. Al comienzo de la meditación estoy triste y vulnerable. Al término más confiado."

"La atención la he puesto en la respiración, en su recorrido desde el pecho hasta el abdomen. La postura hace que aumente o disminuya la percepción de entrada de aire al abdomen. A veces siento como si estuviera el paso bloqueado. La atención ha estado puesta también en el cóccix como punto de apoyo, y en la curvatura que siento en la espalda desde las lumbares y que vicia la espalda y la postura global. Las correcciones en esta parte han sido abundantes. Las ideas y las preocupaciones caen como lluvia y sirimiri. En un momento he tenido un pacto de paz. Yo consiento que ellas aparezcan. Me doy permiso. Soy un poco más indulgente a mis errores. La mandíbula como siempre se me carga y suelto, carga y suelta. Ha habido una expectativa a conseguir, que era vibrar desde el punto de apoyo del cóccix, que alguna vez he tenido y fue confortable. También un pensamiento de que me hago sufrir con los acontecimientos del pasado y del futuro...

"Fue profunda. Llego a ese punto de respiración de terciopelo, atención global, cuerpo quieto, mente en quietud. Y descubro que es solo un campamento base. Hay más. Las formas son perfectas, bellas, lleno de sutilezas, de pequeños estímulos ricos. Y como que todo el pensamiento es ego y es de mentira."
"La atención se me escapa en halagos y en imaginaciones masturbatorias, es decir, auto-reconocimiento, envanecimiento. El ego es presumido. También en preocupaciones, y en la culpa. Hay un falso compromiso. O un egoísmo en que no veo al otro. Escapo de mí. Falta reforzar el compromiso conmigo. Desperdicio mucha energía. Dentro los nervios crecen. Y también la tristeza. Las lágrimas sé que ayudan."

"En la meditación estoy disperso, con muchas imágenes, y mucho movimiento ocular. Esto me ocurre así por falta de sueño."

Preguntas realizadas por estudiantes de meditación en el Instituto y respondidas por Juanjo Díaz

¿Es conveniente emplear siempre el mismo tiempo de duración en la sesión de meditación o lo decide uno/a mismo/a en el momento?

Para principiantes, establecer una duración fija de las sesiones ayuda a acostumbrarse a la práctica. Esa duración puede modificarse con la experiencia, de manera que un principiante puede empezar con veinte minutos y un meditador avanzado dedicar cuarenta o incluso una hora.
Es importante que la duración de cada sesión puntual no dependa de la experiencia en curso, es decir, no terminar la sesión si se tiene una meditación desagradable, molesta o aburrida y no se quiere permanecer en ese estado. También conviene no alargarla en el caso de que la meditación sea placentera, muy calmada o gozosa. El primer caso sería una evitación de una experiencia desagradable y el segundo un apego a una agradable. Por eso, para principiantes es mejor ajustarse a un tiempo predeterminado.
Por lo demás, en el caso de que el meditador lleve una vida llena de ocupaciones, es conveniente que sea flexible y si no dispone de suficiente tiempo, más vale hacer una meditación corta que no hacerla; quizá otro día pueda dedicarle un periodo más largo.
Para un meditador avanzado, es válido el criterio de evitar terminar la sesión antes de tiempo. Sin embargo, en el caso de estar en un estado suficientemente profundo, de lleno en un estado de comprensión o de investigación, de visión profunda, puede alargarse la sesión más allá del tiempo preestablecido, siempre después de comprobar que no se hace condicionados por un apego a lo agradable de la experiencia, a la ambición de profundidad, o a otros factores que no son propios de la práctica desapegada.

Respiración en meditación.

¿Qué función cumple cada tipo de respiración?

Inspirar y expirar por la boca ¿de pie?

Inspirar y expirar por la nariz ¿sentada?

Inspirar por la nariz y expirar por la boca ¿como?

Necesito mayor concentración para inspirar y expirar por la boca.

¿hay relación con la garganta y la expresión de opiniones, ideas, con este tipo de respiración?

Hay muchas maneras de respirar que se utilizan en las también diversas maneras de meditar y en prácticas preparatorias para la meditación.

Respondo considerando la meditación en quierud, pues las meditaciones dinámicas tienen otros métodos diferentes.

La inspiración por la boca permite un mayor flujo de aire lo que a veces es conveniente aunque en general dificulta el sosiego pues favorece la excitación. Es poco usada en la meditación en quietud.

La inspiración por la nariz y exhalación por la boca se usa más y viene muy bien cuando hay cierta inquietud o agitación. Exhalar por la boca ayuda a vaciarse y favorece la relajación.

En la práctica sentada o de pie es preferible tender a inspirar y exhalar por la nariz, lentamente.

Respecto a la relación con la garganta, ciertamente tiene funciones expresivas a través de la voz, así que reflejará cualquier dificultad en ese ámbito.

Si pongo la atención en la respiración en las fosas nasales, la cabeza se me alborota mucho más que si la atención es en el vientre ¿puedo cambiar la instrucción? ¿es mejor acostumbrarse?

Hay diferentes técnicas relativas a la respiración. En primer lugar es conveniente saber que atender a la respiración es un medio de depositar la atención en un objeto, en este caso el objeto es el fenomeno fisiológico de la propia respiración.

Entre las tecnicas se cuentan estas dos, la que propone atender a la sensación en las fosas nasales, por donde entra y sale el aire, y la que propone atender al movimiento de la zona ventral que se expande/contrae con la inhalación/exhalación.

Cualquiera de las dos es válida y la elección depende más bien de lo que le resulte más práctico al meditador.

Aunque algunos métodos enfatizan un cierto protocolo sobre a donde atender primero y donde después, en secuencias más o menos complejas, lo principal es que al meditador le sirva para calmarse y aquietar su mente-cuerpo.

Y no hay que olvidar que en los enfoques menos rigurosos y estrictos, se favorece la propia experimentación del meditador, que con su práctica va investigando y encontrando lo que más le conviene y lo que mejor le sirve para su práctica meditativa.

Tengo dos zonas de bloqueo que me impiden que la respiración sea completa. En el diafragma y en la pelvis. Así, la respiración es o superior o en el vientre, y en ambos casos las piernas suelen quedar fuera y acaban doliéndome ¿alguna solución adicional a los ejercicios físicos de apertura?

La práctica de la meditación pone de manifiesto muchas tensiones, algunas conocidas y otras que se van descubriendo. Estas tensiones a veces las detectamos con un indicador infalible: el dolor.

Cuando un dolor se repite en sucesivas meditaciones podemos pensar en un bloqueo más estructural, a veces muy organizado en complejos patrones de contraccion muscular. Aunque puede intentarse desbloquear la zona con ejercicios, a veces no es fácil puesto que los patrones tensionales pueden ser muy profundos y ligados incluso a funciones de auto-protección o defensa ante experiencias amenazantes o displacenteras. En ultimo termino podemos incluso hablar de patrones de tension muscular asociados a la propia estructura corporal del carácter.

Algunos ejercicios ayudan a desbloquear el organismo, sean de estiramientos, de yoga, de expresion emocional, de bionergetica del caracter, de circulación energetica de meridianos, etc. Aunque es importante una buena condicion física para poder profundizar en la meditación, el trabajo con uno mismo no consiste sólo en evitar las molestias y tener una "buena" experiencia.

El trabajo meditativo a veces consiste en mantenerse en la experiencia del dolor, sin evitarla ni desconectarse de ella, llevando allí la atención, y permitir que el organismo vaya regulándose, desbloqueándose por sí mismo. Esto no estará exento de dolor y displacer, simples manifestaciones de nuestro estado organísmico.

Poco a poco, con la práctica, el organismo se irá desbloqueando, nos señalará el camino en gestos y movimientos en la vida cotidiana, además de una higiene postural y expresiva necesaria. Mientras, la meditación puede ser un trabajo de purificación, de purga de tensiones. Se puede ayudar con ejercicios para hacerlo más llevadero, pero el trabajo de fondo habrá de pasar por la consciencia del dolor o displacer que se intentó evitar haciendo, inconscientemente, esas tensiones y organizándolas en los patrones tensionales que ahora se reactivan.

Cuando llevo mi atención a la respiración, noto que la estoy manipulando. No la controlo tanto como antes pero no sé evitar corregirla.

¿Esto es natural, por el mero hecho de llevar la atención, o es otra forma más de controlarla?

Yo la noto como forzada pero si no le presto atención se vuelve reducida y superficial.

En la meditación se da un efecto autoregulador que también incluye la regulacion respiratoria. El hecho de prestar atención, lleva en más o menos tiempo a una regulación, que no puede llamarse propiamente manipulación.

Esto es diferente de percibir algún aspecto de la meditación que se valore negativamente y se corrija mediante acciones musculares forzadas. Aún así, si esto ocurre en el sentido de desbloquear alguna tensión o de enlentecer un ritmo demasiado rápido, puede considerarse un manipulación beneficiosa para la práctica meditativa. De hecho, muchas técnicas inducen pautas respiratorias vigiladas y disciplinadas como p.ej contar intervalos fijos durante la inspiración, retención, ehalación o latencia en vacío.

Cuando el meditador ha llegado a un estado en que no manipula en abosoluto la respiración, simplemente la observa con la distancia adecuada, percibe que la respiración es un proceso autónomo que funciona por sí sólo al margen de la intervención de la voluntad. Esto a veces se describe como que "algo respira sólo", o "yo no hago nada para respirar", etc. Ciertametne requiere un grado de confianza en el proceso, una entrega y una suelta de la tendencia a controlar cualquier fenómeno corporal. 

Meditación caminando. En más de un paseo he practicado uno de los ejercicios del "El darse cuenta" gestáltico que consiste en ir observándome/observando aquello que me rodea, sin juicios. Por ejemplo, "me doy cuenta de cómo doy un paso con mi pie izquierdo, siento mi pie levantándose, mi tobillo, rodilla para dar paso al pie derecho..."o "veo a una mujer vestida con un vestido floreado, zapatos negros..." sin añadirle ningún otro juicio.
¿Esta manera de practicar la atención sirve como meditación o es preferible que lo haga siempre sentada, con los ojos cerrados, postura del loto...como postura clásica de meditación?

Meditar caminando es tan válido y provechoso como meditar sentada. Algunas escuelas de meditación dan incluso más importancia a meditar caminando y en ciertos casos individuales, o estados personales, es más conveniente; incluso, si hay problemas físicos que impidan permanecer sentado largo tiempo, meditar caminando es la única opción. Sin embargo, la práctica más común para profundizar en la práctica vipassana es la meditación sentada.
En cuanto a meditar caminando, hay que distinguir (lo mismo que podríamos decir respecto a la meditación sentada) entre una práctica formal ("clásica") y una más informal. Por ejemplo, la práctica formal requiere una atención firme, una supresión de los movimientos que no sean los propios de la técnica meditativa, una mirada concreta, etc. Esto es diferente a un caminar en un Darse Cuenta gestáltico en el que los movimientos no están restringidos, la mirada tampoco, y la atención puede variar en su modalidad: libre, selectiva, enfocada, en flujo, concentrada, etc.
Aunque la práctica del Darse Cuenta es muy similar a la de la Vipassana, hay, a partir de cierto grado de formalidad, notables diferencias. Desde luego tienen en común la observación desapegada y desprovista de juicios.
Además, a la práctica del Darse Cuenta perceptivo durante un paseo "informal", puede añadirse un trabajo cognitivo de situarse en el ahora, sin juicios, acogiendo incondicionalmente los contenidos de la consciencia; es lo que se llama práctica de la Atención Plena.También podríamos llamarlo con todo rigor Darse Cuenta Gestáltico.

A veces al meditar tengo una música, una melodía o un ritmo de fondo que, una vez que comienza, no desaparece.
¿puede ser que no le doy espacio para que se haga figura?

A veces durante la meditación tenemos percepciones de nuestro mundo interno, de nuestros contenidos mentales, en este caso auditivo. La observación atenta, dejarle hacerse figura, permite estar con esa música sin dejarse llevar por ella, siendo conscientes de lo que evoca en uno mismo. Puede ser que simplemtne desparezca al prestarle toda la atención, o puede ser que dinamice otros contenidos de la conciencia, mentales, emocionales o físicos. En ese caso, estando atentos podemos descubrir el mensaje que trae.

En todas las meditaciones me duele un punto en la espalda; por lo demás me siento calmada pero el dolor es difícicl de aguantar.

Cuando me siento a meditar y no me duele me doy cuenta que no me duele y me siento rara. Entonces al atender al punto sin dolor me empieza de nuevo a doler.

No sé si me creo yo el dolor o viene, pero no puedo dejar de atender a ese punto.

El trabajo con el dolor consiste en prestarle atención y respirar conscietnemente. A veces el dolor trae a la consciencia otros contenidos emocionales o mentales y en ese caso les prestamos atención para llegar a una mayor comprensión de ese fenómeno.

Ocurre con frecuencia que estando globalmete calmados, una zona concreta, un punto, empieza a doler, manifestando así un foco de liberación somatopsíquica. Es importante permitir que ese proceso continúe para que la tensión concentrada se disipe y deje libre la energía bloqueada. El dolor es la percepción de ese bloqueo.

Por otra parte, la extrañeza por la ausencia de una sensación concreta, como puede ser un punto habitualmente doloroso, puede estar relacionada con un cierto apego a dicha experiencia, o simplemente nos lleva a observar con mayor detenimiento y así contactar con una sensación que puede estar enmascarada por otras. En cualquier caso, estar en la percepción en curso, sin fijarnos a percepciones anteriores, es una buena manera de practicar la meditación en la impermanencia y el no apego.

En varias ocasiones me ha entrado el sueño y me he sumergido en un estado como de ensoñación donde han aparecido aspectos míos por resolver. No sé hasta dónde me conviene profundizar más en ellos o dejarlos pasar sin más. Alguna vez como se explica en el libro "Vipassana y Gestalt", les he preguntado a esas imágenes el motivo de su aparición, intentando abrir un diálogo interno pero se me hace difícil sacar algo claro.

La meditación en general y el trabajo con contenidos internos en particular, requiere una atención despierta, más que un estado de ensoñación.
Cuando aparecen contenidos personales en la conciencia, la práctica consiste en observarlos, sólo observarlos, sin más. Es precisamente esa observación atenta, si no interferimos en ellos, la que nos da la respuesta en forma de insight, de comprensión sin concepto. La propia dinámica psíquica los hará desaparecer o se quedarán hasta que tengan la atención necesaria y eso nos llevará en un proceso espontáneo a la visión profunda o comprensión.
Este proceso no puede forzarse voluntariamente sino que queda a expensas de la atención. La naturaleza del contenido en conjunción con la necesidad del organismo psíquico serán los que determinen su profundización o su desaparición. Y sin que hagamos nada, ocurre por sí mismo, el meditador sólo lo observa sin quitarle la atención.

 
En meditación, profundizar es mantener la atención firme y estable, sin pretender nada más. La concentración, el análisis u otras funciones de la investigación racional no sirven. Por eso cuando hablamos de "diálogo" nos referimos a un diálogo sin palabras, incluso a una pregunta sin palabras, más bien un atender esperando un mensaje. La pregunta en meditación no es un contenido racional, sino una actitud interrogante.
Si queremos lograr algo a base de abrir un dialogo discursivo, racional, lo más probable es que acabemos enredados en diálogos artificiales, que incluso contaminan las imágenes y su carga simbólica. Esto es, en parte porque nos obligamos a "dialogar" racionalmente y en parte porque con facilidad en ese diálogo nos sobre-identificamos con el que pregunta y quiere lograr una respuesta, lo que a su vez realimenta los comportamientos condicionados del yo.
La salida es que esa actitud interrogante vaya acompañada de una observación atenta, sin expectativa, una curiosidad desapegada, que sigue el curso natural y espontáneod e las imágenes que aparecen en la conciencia sin interactuar con ellas.

¿Cual es la diferencia y la similitud entre budismo y taoismo? ¿Es compatible la práctica del Vipassana con la atención en el movimiento de la energía por la órbita microcósmica?

Lo pregunto porque empecé a hacer ejercicios taoistas para aprender a mover la energía y lo dejé de lado para practicar vipassana. Ahora pienso que los dos son compatibles.

Budismo y Taoismo son dos prácticas de crecimiento/equilibrio/realización surgidas en oriente. El taoismo existía previamente al budismo en el area de la actual China. El budismo surgió en la India y luego se expandió en tres direcciones: sudeste asiático, nepal-tibet, china-japon.

Muy simplificadamente el taoismo se basa en la contemplación de la naturaleza, tanto externa como interna. Desarrolló una filosofía basada en los procesos naturales a la que pertenecen conceptos como el ying-yang, los ciclos, etc. Muchas prácticas como el Tai.chi, el Chi-kung, etc provienen de esta rama del conocimiento. Es una filosofía de la Armonía.

En lo que respecta a la práctica, hay algunas (como la órbita microcósmica) que, sucintamente, consisten en una combinación de respiración y recorridos con la atención por unos canales energéticos. En cierto aspecto pueden considerarse también prácticas de meditación.

Mantener libre el flujo de energía vital (chi) por el cuerpo es el objetivo principal, lo que equivale  a decir que el organismo funciona armoniosamente en equilibrio interno y con el exterior. En otra perspectiva, la armonización energética nos mantiene conectados con el Todo, que en el taoismo es el equivalente a la dimensión espiritual.

El budismo, por su parte, es un camino en que se combinan la sabiduría (comprensión de los principios básicos de la existencia y sus leyes), un comportamiento ético (la acción correcta y de corazón) y la práctica de la meditación. Cada escuela tiene sus variantes y da más o menos relevancia a cada uno de estos aspectos comunes. En cualquier caso, en su origen surgió de la búsqueda de la superación del sufrimiento (realización del nirvana).

La práctica de la meditación vipassana, o visión profunda, no tiene técnicas o métodos, y se basa en una atención impecable. Como una manera de facilitar el camino a sus practicantes, se han desarrollado sistemas en los que la atención a la respiración es la base. Según diversas perspectivas, el samadhi o estado de mente estabilizada se considera un fin en sí mismo, un paso necesario, o simplemente un apoyo que autorefuerza la práctica.

 Las diferentes escuelas hacen más o menos insistencia en diversos métodos que facilitan el camino, especialmente en el comienzo.

En nuestra cultura, las prácticas puristas apenas son aceptadas por la gente que no tiene la confianza ni la paciencia necesarias para seguir estos caminos tradicionales en estado puro. Por lo que lo más habitual es que las prácticas de crecimeinto, aunque sigan una línea maestra, acojan un cierto grado de eclecticismo, es decir la incorporación de metodos o técnicas provenientes de otras prácticas o sistemas,  con el fin de atender necesidades puntuales o de una fase de un proceso.

La orbita microcósmica, o la macrocósmica, o la sonrisa interior, u otras prácticas taoistas ayudan a calmar la mente, y  armonizar el organismo, por lo que contribuyen muy valiosamente a la práctica de la meditación vipassana. 

La meditación vipassana puede darse en contacto con la naturaleza,en el campo?

La práctica de la meditación ha de estar descondicionada del entorno en que se realice, sea el campo o la ciudad, un domicilio particular o un templo, etc. Como punto de partida es recomendable buscar un lugar tranquilo y seguro que nos permita estar meditando el tiempo que hayamos previsto sin interrupciones, ni distracciones.

Sea cual sea el ambiente en el que meditemos, el trabajo consiste en mantener firme la atención, sin perdernos en los estímulos que puedan llegar a la consciencia, sean internos o externos. Por eso buscamos un lugar reposado, tranquilo, lo más silencioso posible, etc.

Siendo así, cualquier lugar es bueno. 

Mi mayor dificultad es abrir una separación entre yo y mi mente para poder observarla mejor. Fácilmente me engancho a la idea, pensamiento, fantasía que me llega a la mente y sin darme cuenta me dejo llevar por ella, sin poder observarla como algo más que sale de mí y no como lo único que está pasando en ese preciso momento. Es entonces cuando me descentro y pierdo la consciencia corporal que tanto me ayuda a centrarme en lo que estoy.

Ha sido en las últimas sesiones donde he podido hacer una pequeña separación de lo que me llega al apoyarme en mi voz interna donde me voy diciendo "ahora mi mente me ha traído esta idea, me vuelvo a centrar y luego he pasado a la otra...". Me sirve como de registro para saber por dónde ando, pero en el momento no logro ser muy consciente de lo que estoy observando.
Mi duda es: ¿Cómo lo hago para no confluir con la idea, pensamiento...que me llega y dejarla pasar de la misma manera que ha venido? ¿Cómo me puedo dar cuenta en el momento de que una idea me está arrastrando para poder volver a centrarme en la respiración?

Respecto al procedimiento de apoyarse en una voz interna que detecta y formula el proceso de la atención, conceptualizando el "ahora mi mente está en..." etc, es efectivamente una ayuda para tomar distancia entre el observador y lo observado. Esta es una fase transitoria que desarrolla una instancia psíquica del observador interno o testigo. Sin embargo, puede tener efectos secundarios.
Para que ese testigo sea válido, ha de ser silencioso, es decir que no comente (en lenguaje interno) los contenidos de la consciencia. Sólo observar y registrar sin conceptos, no sólo sin juicios o valoraciones, sino sin etiquetas o descripciones.
La meditación de mayor calidad es a-conceptual, por lo que la experiencia ha de ser directa, sin formulaciones ni voces internas de por medio que etiqueten, describan, o relaten la experiencia en curso.

TEXTOS DE LOS ASISTENTES EN SU SINTESIS FINAL

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- He venido al taller sintiéndome obligada, con mucha preocupación por tener que estar 4 días sin hablar. Luego sin embargo no hablar es lo que más fácil me ha resultado (me he dado cuenta que echo de menos tener fines de semana en los que no hablar).

-Me ha resultado muy duro estar sentada, y sujeta, sin poderme mover, sobre todo las meditaciones sin instrucciones, en las que mi voz interna no ha parado de recriminarme por no concentrarme, me he sentido rebelde y exigente, reclamando internamente que se acabara la meditación de una vez. (1 hora más o menos aguantable, pero si era más me descentraba del todo). Me dolía mucho la espalda y las rodillas y no podía dejar de pensar en moverme.

- Mi sentir ha mejorado muchísimo a partir del sábado, cuando hemos empezado a meditar con el corazón, con mettâ. He sentido que recorría por mi cuerpo la calidez y vibración sanadora, de aceptación y perdón, y he sentido una gran emoción, alivio, compañía conmigo misma; ya no estaba sola autocastigándome, estaba mi corazón; siento confianza en que me acepte, me quiera, me perdone, y vea aquellas partes de mi cuerpo que me necesitan. Soy yo. (Dorsal derecha de mi espalda).

- Con la meditación acústica se me han movido emociones de pérdida por lo que ya no puede ser y de aceptación desde mi corazón.

- Y en los diálogos se me han hecho presentes todos los padres de mi vida y que fue patente que no estuvieron.

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Nunca había hecho meditación y venía a ver qué pasaba. La experiencia me ha gustado, ha habido momentos que no sé si meditaba ó estaba en duermevela.

A nivel postural, de la primera vez que me dolía todo, opresión en el diafragma, la espalda dolorida, poco a poco me han ido desapareciendo, sobre todo la opresión en el diafragma que era lo más duro; cuando me desapareció, lo demás no me importaba. Luego, paseando por el jardín he notado que ando más erguida.

Al principio necesitaba moverme mucho después de una sesión, me daba la sensación que salía super nerviosa y acelerada; luego eso ha ido bajando. También había momentos de aburrimiento, ganas de salir, pero he ido entrando y he estado a gusto.

A parte de temas posturales que he visto, lo que más me ha afectado ha sido el tema de relacionarme, de tener que contar cosas delante de la gente, se me rompe la coraza y no lo aguanto.

He estado muy a gusto yo sóla sin tener que relacionarme con nadie, y ahora, que se ha terminado el silencio y he explotado, me siento fatal, me pongo triste por no demostrar mis sentimientos que no sé son cuales son.

Creo que este es el tema más importante y más necesario para mí: relaciones, sentimientos, quitarme la coraza.

Ha sido muy positiva la experiencia, me he parado y he identificado varias cosas.

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-He venido con muchas ganas, pues las experiencias anteriores de los retiros de meditación, han sido satisfactorias para mí.

-La experiencia me ha enseñado un camino de meditación, que no había hecho hasta ahora y que quiero continuar.

- Los primeros días, el primer día y medio más bien, he estado más agitado, por mis asuntos del mundo externo, y he estado peleando entre esto y conseguir atención y concentración. Lo he ido consiguiendo poco a poco.

-Estoy contento porque he conseguido llevarlo bien, a pesar de las tensiones, y molestia. Y he podido ir centrándome en la experiencia.

-Con el trabajo del corazón he podido sentir esa energía buena, y el dolor y las tensiones han ido remitiendo.

-Al final he tenido un diálogo con mi padre, que me ha dicho que no tenía tiempo para mí. Le he entendido.

-Me contacto con el lloro y se ha abierto una puerta que quiero pasar.

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Me ha gustado mucho la pauta de ir entrando poco a poco, en cada meditación un poquito más, empezando de cero. Me ha ayudado a aquietarme, a aguantar sobre todo mis pensamientos. Mi tendencia es narrarme a mi misma todo lo que me ocurra, lo que veo, lo que siento…ya que si no me lo narro es como si no existiera, no quedara grabado en mi memoria, en mi alma.

Pero he conseguido en muchos momentos acallarme. Percibía el silencio. Tenía la sensación de mucha intensidad de meditación, y a la vez silencio, tranquilidad, como que no pasaban muchas cosas…

Mucha limpieza de aspectos antiguos en el vientre cuando recorría el cuerpo con la energía del corazón. Sobre todo miedos: a equivocarme, a hacerme daño, a hacer daño…

La toma de conciencia de la respiración que empieza y que termina, los pasos iniciando y terminando me sirven ya que me cuesta tenerlo en cuenta en mi vida. Alargo situaciones que ya desearía haber acabado. No me entero que algo ha acabado y no me despido…

En la meditación andando última sentía que podía confiar en mi apoyo ya que la vida me sostiene.

Temo haber cometido un error importante y me he perdonado… ¿Con la cabeza, o con el corazón?

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Las primeras sentadas han sido muy duras físicamente. No aguantaba el dolor y mi atención no se enfocaba. Con el tiempo he conseguido aguantar mejor el dolor (que también era menor por el propio acostumbramiento del cuerpo) y he conseguido enfocarme en la respiración. Para empezar (o retomar, ya que hice algo de meditación en el pasado), estoy satisfecho.

En la convivencia, al no haber diálogo y contacto, han quedado más patentes:

-Mi necesidad de aprobación de los demás, explicita, para saber que estoy bien con alguien. Al no tenerlo en la convivencia, la mente se me va a la fantasía pensando que caigo mal a cierta gente.

-La importancia que tiene en mí la imagen. Estoy en muchos momentos pendiente de proyectar una imagen para que piensen lo “guay” que soy. Me da rabia porque mis actuaciones a veces son por esto y no por lo que me apetece o necesito hacer. Pero también acepto que estoy ahí y que no va a desaparecer de la noche a la mañana.

-Veo claramente también mi competitividad con los demás. Hasta el acto más pequeño, como la meditación caminando se convierte en escenario donde compito a ver quien lo hace mejor, aunque no haya un óptimo.

Durante la meditación queda constatada mis ganas de sexo. He fantaseado mucho con un tío de una página de perfiles gay.

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Vengo absorto en una vorágine de cosas, apresurada y difusa de la semana en el trabajo. Temo que eso dificulte el concentrarme en mí durante el taller.

*Me resalta el DOLOR, con dos polos:

-Dolor insufrible en los pies y no poder atender a otra cosa.

-Esfuerzo respirando por relajar y comprobar que ejercitar la atención es la única forma de sobrellevar ese dolor.

*Me disciplino en las señales sentidas pero procuro no machacarme más de la cuenta.

*Tengo dificultad para visualizar y para entablar diálogo, aunque la energía del corazón me llevó, sobre todo, a una contracción del centro del pecho (¿el propio corazón?) y otra en el paladar, tirando hacia arriba.

*Siento en momentos que cuanto más “correctamente” centro la atención, más llevadero es el dolor, pero a la vez se intensifica: creo que es mi Yo, el Ego que piensa, que teme la experiencia y me boicotea.

*He luchado (quizá no lo bastante) por observar, ser consciente, volver siempre al cuerpo y a la respiración.

*En el corazón sentí tristeza (pecho) y acumulo de palabra no dichas (paladar-garganta).

Temo al vacío en una escena previa al sueño, en la cama, presiento que algo amenazante hay tras una puerta y lo que me llega que hay, finalmente (eso tan terrorífico) es un no-espacio, una negrura sin dimensiones ni luz.

Me he permitido fumar (bajando a dos tres cigarros al día) aún sabiéndolo incompatible con esta “depuración”: autocomplacencia? rebeldía? Aflojamiento de cierta autotirania (creo que todo un poco)

*No me han surgido conflictos dialogados pero sí imágenes de personas. Calma.

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- Me ha gustado mucho la consciencia de entrada al cuerpo porque así me sentía asentada para poder escuchar la imaginería de las meditaciones guiadas.

- La atención a la respiración me ha llevado a ver que primero me aturullo cuando atiendo, luego que no expulso todo el aire, que retengo al inspirar y al expirar.

-Con la práctica esto ha sido más fluido después. He podido mantener la concentración en inicio-proceso-final y me he sentido bien para soportar el dolor agudo que tenía en la espalda en todas las meditaciones.

-Al hablar con un compañero me he visto regodeándome en los sentimientos. Me entraban ganas de reírme y no sabía si expresarselo o no.

-Empeño en atender el dolor. Necesito observarme para ver si tengo una lesión.

-He visto como cuando me siento en desventaja (comparación) siento envidia y me siento sucia; me cuesta estar en mi, me odio así y luego empiezo a criticar y abuscar el fallo en los demás.

-Imagen repetida de bebé, de mi madre masturbándome y agarrándome las piernas y los brazos. Esta imagen se repite al atender a la vagina. Con esto aprieto la mandíbula. He sentido mucha rabia.

-Aborto- yo debería de haber tenido por nombre Sua (fuego) y me pusieron otro-, pasé de un ser ardiente a una sin nombre. Veo como mi madre atesoraba este fuego (sua) y si me acercaba a él no me dejaba. Es una imagen visual. Soy la sombra de quien mi madre hubiera querido que fuera.

-Otro aborto. Una promesa de que trabajaría en la empresa de mi padre. Mi padre llego a verbalizar que no me veía capaz. Me daba largas y finalmente lo cerró sin preguntarme.

-Por ahora sólo siento aceptación por mi aspecto enfadado, no he conseguido sentir aceptación por mi padre.

-Un buen valor que me ha trasmitido. Ser buena gente.

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-He observado ciertas emociones como la tranquilidad de estar en este taller, el amor general al grupo. Además he observado que también hay una manera de relacionarme a través del silencio. (Eso ha sido especial, bueno para mí ya que mi sensación de desarraigo profundo no suele apaciguarse). Me he sentido satisfecha relacionándome desde la aparente no relación (esto lo tendré que seguir revisando).

-A pesar del dolor, o a través de él, he notado que bajo las capas de agotamiento han persistido las ganas de meditar una y otra vez.

-He topado con un temor de siempre; invalidante o subpersonalidad juzgadora que me dice “Has fracasado en la vida y la terapia”. Esa vez suele ser habitual y presente durante el sueño nocturno. Respecto a este aspecto de “creerme tan fracasada” he notado:

- Que también durante el sueño me ha surgido otra voz o subpersonalidad. que decía “yo puedo; puedo controlarme”

- La necesidad de tomar un giro en la terapia y cambiar.

-Un conflicto laboral ha hecho que mi personalidad asesina emergiera, eso sí con otra forma. Esto también lo tengo que seguir observando.

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-Venía con mucho miedo a este retiro por mis problemas físicos, y no estaba equivocado. Me ha resultado durísimo.

Para mí ha habido aspectos que me han resultado muy difíciles y otros no. Por mi falta de práctica en la meditación, las sentadas de una hora me han parecido excesivas. Sí que me ha parecido que había una progresión en las sentadas y eso me ha ayudado mucho. Las sentadas guiadas, en este retiro por lo menos para mí, han sido clave. Gracias a la respiración he podido seguir adelante. Había momentos que físicamente me sentía enfermo y enfrentarme a una nueva sentada era casi inhumano. No sé como lo he resistido. En cuanto a no comunicarnos verbal o de otra manera, no he tenido problema alguna. Para mí lo realmente duro ha sido el número de sentadas y su duración. Aunque de toda esta experiencia me quedo con la importancia de meditar en mi desarrollo personal. Puede que esta forma de trabajar, donde pones todo el fuego en el asador o no hay nada que hacer, haya podido servir para mí. Creo que a partir de hoy voy a meditar con asiduidad.

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Venía yo, con tres asuntos con los que no tenía gran conflicto pero eran lo más presente: la mala relación con nuestra hija, el miedo a la muerte, y mi encasillamiento en mi autoimagen laboral que me limitaba para irme de vacaciones, para disfrutar de mi trabajo y para ser más trasparente en mis cosas con mis trabajadores o con mis contratantes. Finalmente, este último era el conflicto más presente.

Durante el retiro he encontrado lo que me han aparecido resistencias. Tenía continuamente alguna canción en la cabeza y a partir del viernes (no sé si porque forcé alguna postura ) me costaba mucho aguantar sentado.

Finalmente, el sábado a la noche y domingo llegué a tener alguna meditación atenta, es decir, sin canciones, en las cuales mi atención estuvo bastante firme.

Concretamente en la última antes de escribir esto, dialogué con una forma oscura, de saco, que identificaba como una energía de prisión en el trabajo. De este diálogo surgió una alternativa, una energía puntual, luminosa y radiante que, en lugar de envolverme, me permitía incorporarla y radiar a partir de ahí mi propio ser verdadero. Esto lo traduzco, obviamente, en pasar de esa autoimagen y permitirme hacer aquellas cosas que me parecen satisfactorias independientemente del qué dirán.

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He tenido un breve pero intenso retiro.

Venía duro y con bastante rigidez en la espalda, además de casi cortado el diafragma.

En los días me he ido abriendo y aflojando. Las meditaciones me he sentido con bastante atención y despierto, me han aflorado personajes tipo: el puteado, el indignado, el violento, el asesino…

Una cosa a la que he estado prestando atención principal ha sido, al comienzo, durante y final de los procesos, con intención de integrar en mi la impermanencia de las cosas, también he intentado estar a “me doy cuenta de” en los momentos fuera de las sentadas.

Las cualidades del amor se me han aparecido en cuanto he ablandado un poco el pecho, el corazón y la cara, una sensación de cuidado hacia mí que me gusta mucho.

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-Me ha sorprendido que no haya notado apenas cambio interno entre hablar y estar en silencio. Los dos estados eran naturales y cómodos.

-He descubierto detalles divertidos de la vida cotidiana y me he reído mucho yo sola, sin tener que compartirlo con nadie. Detalles que otras veces me han enfadado ahora han tenido gracia.

-En algunas meditaciones guiadas el final me ha resultado algo brusco, necesitaba más tiempo.

-Me he visto proyectando continuamente, lo que hago lo pongo en función de los demás.

-He visto también que proyecto mi mala leche, que es muy grande y me veo fría y hostil.

-La meditación guiada de la respiración fue un regalo, entré dentro de mi cuerpo y no había nada más.

-He movido bastante energía, sobre todo en la zona del tercer ojo, que ha irradiado el resto del cuerpo.

-He estado pendiente del ritmo y el movimiento. Me he movido, he andado, siendo consciente de mí.

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Hasta el sábado mi mente está totalmente alborotada; me domina y estoy desesperado y un tanto escéptico acerca de los beneficios de la meditación.

Mi dolor físico es mi escusa para no seguir. En una de estas me impera el umbral de dolor, y entro en un estado de mente inquietada. Me siento una bola pesada que respira y no noto que estoy sentado ni qué lugar ocupo en la sala. Después me apego a ese estado y quiero conseguirlo a toda costa en sucesivas meditaciones, en vano.

Me doy cuenta de que inspiro mucho y espiro poco (de cantidad de aire, me refiero). A veces tengo la sensación de ahogo.

En la meditación pongo voluntad de alcanzar un estado Samadhi, antes que dejar que venga, si tiene que venir. De ahí que las primeras meditaciones se me hayan hecho frustrantes.

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Llegué muy tensionada y me he distendido. Me han gustado las meditaciones guiadas, se me han hecho más fáciles. La meditación de las 22.30 se me ha hecho dificultosa y me podía más el cansancio.

En las comidas no hay carne roja, de la misma manera reducía la presencia del azúcar.

En este retiro no hemos hecho meditaciones dinámicas. Se me ha hecho corto en tiempo.

Me he dado cuenta de que para limpiar el rencor que siento he de perdonarme. Extraño. Me perdono por la carencia emocional en la que tuve que desarrollarme. Me escondo. Tengo miedo de justificar mis acciones auto engañándome.

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Los primeros días he percibido con claridad el apego que tengo al trabajo y a mí pareja. Me venían constantemente ideas, a veces, de manera obsesiva.

He estado centrada en el impulso tierno y agresivo. He soñado que tenía relaciones sexuales y que mataba a una persona clavándole un cuchillo en el estómago. En la meditación he sentido necesidad de despertar mi impulso de acción. Me han venido imágenes de abrir a personas en canal y cortarles la cabeza. Siento tener un impulso agresivo que no actúo en el mundo.

En cambio, el impulso tierno, el amor, me es más fácil experimentarlo en el contacto con el otro que conmigo misma.

Me he perdonado por ser tan dura conmigo misma y tan exigente con la gente que quiero.

Centrada en mí, la coraza muscular de la espalda ha estado muy presente. He sentido poco espacio para respirar y en contacto con el otro me expando y tengo más espacio para respirar.

He descubierto un nuevo espacio en el jardín. Me parece increíble no haberlo visto hasta ahora.

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Algunas polaridades en las que he estado han sido: Servicial-servilismo, agarrotada-suelta, movimiento-quietud, pulsión-éxtasis, quema-aceptación, salud-enfermedad, ocultad-exponed.

He estado en la respiración. De hecho, luego me costaba dejar la atención libre. La respiración y un movimiento continuo.

Otro movimiento más que me ocurre es el siguiente: pequeño-gran corazón imperfecto-perfecto

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Me ha dolido mucho el cuerpo. Me costaba mantener la quietud y la concentración.

Me ha sentado muy bien el respirar conscientemente abriendo las costillas, que las tengo estáticas y poco flexibles.

Las consignas para seguir la meditación me han resultado confusas, me evadía y me perdía.

Lo que me llevo además de calma y relajación es que quiero volver a sentir confianza y tranquilidad en mi relación con el mundo y los demás.

Confiar en mí y mi capacidad de darme cuenta de las intenciones y actitudes de otros, y no por eso dejar de vivir relaciones amorosas. Necesito una familia, de amigos, compañeros, necesito sentirme amorosa y amas y dejarme amar. Sin miedo que lo tengo muy presente en mí.

Es un volver a ese estado de amor, en momentos estos días lo he sentido.

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-El retiro, con su orden etc. Me ha ayudado a centrar mi atención en mí, algo que cotidianamente no consigo mantener.

-He percibido la diferencia entre estar centrada en mí, estado cohibido y pulsantil, y no estarlo, enfriándome.

-He contactado con la experiencia de que no me importe lo que el otro piensa de mí.

-Me he dado cuenta de una tendencia a identificarme con el otro y olvidarme de mí.

-Me contactado con un movimiento pulsantil y espontáneo vs. controlar, y me pregunto quién dirige.

-Me doy cuenta de que temo desaparecer.

-Contacto con que me aprovecho a nivel laboral, y de que tengo una actitud de que se ocupen de mí (que cuando no se da como yo espero me da rabia). Lo comprendo, siento vergüenza y me digo crece.

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Toda la tensión que hago con la parte de la mandíbula derecha es para evitar sentir y aplacar a mi bestia. Durante las comidas, al masticar, tenía ganas de destrizas y rasgar disfrutando mucho, era un placer. Una vez esperando el baño pensé que una compañera se iba a colar y tuve ganas de destrozarla. En una comida me vino el recuerdo de mi madre y tías diciéndome que los hombres son idiotas, fáciles de engañar y que sólo les interesa el sexo, me sentí mal con aquel recuerdo. Ridiculizo, humillo y manipulo a los hombres para sentirme poderosa.

Por otro lado, me decían que la mujer era idiota y que podía enganchar a un hombre a través del sexo.

He sentido mucha rabia tanto por las mujeres de mi familia como por los hombres.

La bestia, el deseo y el poder se escapan de mi control y aparecen cuando menos lo espero por evitarlos y negarlos.

Se me hace muy duro estar aquí, tenía ganas de gritar e irme. El estar con los demás me daba fuerza para seguir. Siento agradecimiento.

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Me ha costado mucho aquietar la mente y relajarme porque estaba pensando mucho y por dolor en el hombro y cuello. Además, el brazo derecho se me duerme a menudo, esto último es lo que más me impedía centrar mi atención. Todo el rato se me iba ahí la atención.

Cuando conseguía aquietar mi mente me dormía. Es cierto que venía al taller con sueño pero aquí he descansado mucho. Me he dormido con frecuencia.

He trabajado con mi brazo y me venían imágenes del chico con el que he tenido mi última relación. También en relación al brazo la idea de “no hago todo lo que soy capaz de hacer”.

Utilizo a los hombres para no sentirme sola y para que estén pendientes de mí, para no responsabilizarme. He roto esta última relación, cada vez extiendo menos las relaciones en las que no estoy a gusto, no me aportan. Llevo mejor la impermanencia de los objetos.

Estos son los apartados de la evaluacion final que hiceron los asistentes; entresacamos unas cuantas aportaciones como ejemplo.

• Material de audio para el trabajo individual (en privado) de sonoterapia:

• Elaboración a mitad del proceso de trabajo con sonoterapia

• íntesis del trabajo con sonoterapia, al final de las sesiones.

• Valoración final al término del retiro

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Material de audio para el trabajo individual (en privado) de sonoterapia:

S: Insight

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Elaboración a mitad del proceso de trabajo con sonoterapia

A medida que voy haciendo escuchas tengo la sensación de “analizar” menos el sonido y dejo que me inunde, luego entro en una especie de duermevela en el que a ratos me quedo dormido. He tenido algún movimiento espontáneo del cuerpo asociado a alguno de los sonidos pero no sabría explicar esta asociación. No he tenido ningún insight, más bien quiero creer que estoy más predispuesto a un darme cuenta general a lo largo del día.

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Síntesis del trabajo con sonoterapia, al final de las sesiones.

Todo es sonido, el sonido es todo

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Valoración final al término del retiro

El trabajo con los sonidos me ha gustado por variado y mezclarlo con vipassana mucho más por ser el método que sigo.

El convento lo veo triste no tengo muy claro hasta qué punto es una percepción mía, aunque vengo a gusto. He estado centrado en aspectos de la impermanencia, mi soledad y la polaridad exigencia-rebeldía.

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S: Midsummer night

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- Visualizo: cielo plagado de estrellas, hierba, montañas. Siento el latido del corazón. Piel fresca, ambiente agradable, cálido. Todo está bien, formo parte de ese lugar en ese momento. Se cruza algún pensamiento poco consistente. Un espacio mental, no sé definirlo. Vacío. De repente miedo-un sonido de un animal peligroso. Va pasando la sensación de miedo y me dejo sentir acogida por ese lugar. Me embriaga una emoción, caen lágrimas.

- Visualizo firmamento. Se va desvaneciendo el lugar. Caras conocidas y desconocidas. No recuerdo nada más.

- Oscuridad, espiral hacia abajo, van cayendo formas geométricas rápidamente. Vacío, oscuridad. Una maleta llena de palabras cae por la espiral. Me duermo.

- Todo el tiempo dándole vueltas a una idea: Llega la tormenta-problemas > pasan> momento de calma> llega la tormenta> ... Saber que todo empieza y acaba me relaja.

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El cambio como proceso doloroso

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Me marqué una consigna “apertura y confianza”. Me ha encontrado con diferentes barreras: miedo, asco, fantasía.

El trabajo con música me gusta y ayuda ya que me siento más concentrada.

El entorno se me hace difícl, demasiado húmedo. La habitación sucia.

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S: Sound sleep

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Al rato empiezo a visualizar pompas de luz que comienzan en el centro de mi cerebro y se van ahciendo grandes, expandiéndose hasta alcanzar un tamaño mayor al doble de mi cabeza. Acompaño mi respiración con el ritmo de las pompas de luz. Al rato empiezo a visualizar imágenes en color y en blanco y negro, inconexas, de personas y asuntos mezclados, sin sentiod y me quedo profundamente dormida.

Al despertar, es un despertar limpio y descansado, siento la cabeza ligera, ambos lados pesan lo mismopesan muy poco, veo bien, siento los ojos despiertos y la zona de l a nuca masajeada y ligera, y me levanto con bastante hambre. Al rato y en las meditaciones me han vendio flashes: Cómo solucionar un problema técnico de trabajo, cuestiones claras aplantear a Maribel. Siento el cuerpo ligero. La meditación de la mañana, bien, me he mantenidod espietrta todo el tiempo.

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Mente despejada. Cuerpo nutrido.

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Agradezco de verdad la cinta que me habeis dado, me ha ayudado imuchísimo!. Estoy en una etapa más centrada y serena t la meditación me está ayudando. Me siento bien en meditación vipassana más que guiada y la cinta me ha proporcionado estar consciente.

En resumen mi experiencia de estos días es:

- Centramiento, observación, despertar.

- Desidentificacion de pensamientos, no de emociones ni de sensaciones físicas.

- Desapego mental y nutricion corporal

- Percepción nítida y sutil de la unidad. “las moléculas o átomos de mi ser físico y etérico, pertenecen a algo mcuho mayor, universal”

- Percepción dela relatividad y de que no existe una verdad más allá de las leyes universales.

Todos somos uno.

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 S: High Focus

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- El sonido me lleva al cielo, las nubes, como si volara en avión. Tomo distancia para ver mejor als cosas. Repaso distintos asuntos de mi vida cotidiana. Mi mente está activa, comprendo que no me he puesto en el lugar de los chavales con los que trabajo.

- La escucha más nítida. Estoy quieta. Al final em quedo emdio dormida.

- Noto bloquoes en garganta, cuello, me agobio. Respiro más suelta

- Acabo medio dormida

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Se me calma la mente y me quedo quieta

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- He vivido un desarrollo de proceso ordenado, pausado y sostenido. Con tiempo para topar y vivir la soledad y valoro ..... para contener a quine más dificultad tenga para ello.

- Gracias al trabajo con la cinta he podido estar meditando sola y en mi habitación. Entendiendo por habitación mi espacio íntimo, que trasladado a mi dificultad de meditar sola en mi casa y de pararem quieta en mi casa me ha ayudado, incluso sorprendido pasándoseme ayer a la tarde el tiempo sin darem cuenta.

El tiempo; qué voy a hacer; planificarme me crea ansiedad y estar sin plan más en el momento también me ha ayudado en esto.

Me he visto cómo me pierdo de mí en el hacer y he podido estar en mí haciendo. Me ayuda la meditación caminando y la pauta de atender al inicio, proceso y término.

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S: Energetisieren

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He descubierto el bloquoe energético que tengo en el cuello y que hace que viva o bien en la cabeza o bien en el cuerpo. La primera sesión fue dura, con mcucha energía en la cabeza, que parecía estallar, y posteriormente se me han desbloqueado los puntos del cuello y he tenido la experiencia de sentir movimiento fluído entre cabeza y cuerpo, ambos unidos y existiendo al mismo tiempo. Siento ligereza y alivio. Al final he sentiod la vibración desde la coronilla hasta la punta de los pies.

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He vivido cabeza y cuerpo formando un todo, no separados. Puedo pensar sin perderme del cuerpo.

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He vivido un retiro muy tranquilo y he descubierto que mi vida en el exterior va tomando esta forma tranquila también.

La sonoterapia me ha llevado a un terreno en el que yo sola no habría querido entrar; al principio me peleé con ella, pero luego me ha ayudado, siemrpe con la meditacion sentada posterior para tner comnprensiones.

El sonido del cuenco me ha ayudado a estar conectada con el grupo a pesar de estar sola, a no perderme y aislarme.

Retirarme a la habitación me ha sentado bien para entrar y salir del contacto con el grupo.

Y las meditaciones andando sobre la tierra, una maravilla.

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S: Total Relaxation

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- Imagen de túnel circular, no muy definido, que ha ido desapareciendo. Luego, en algún momento, miedo. He sentiod tensdión en corazón y zona de corazón a cuello. Luego estado de somnolencia. Después de la escucha me he quedado un poco ansioso.

- Estado de relajación y somnolencia. Casi no oigo la campana. Durante la noche me he despertado algunas veces, pero a diferencia de otras noches no me he comido la cabeza. El sábado he meditado mucho más centrado.

- He acabado como enfadado.

- Me ha venido un sentimiento de rabia y odio. He descubierto que esos sentimientos no me permiten relajarme

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La rabia y el odio acumulado no me dejan sentir.

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- Me voy con la quietud del silencio y el disfrute del lugar que nos ha acogido.

- Cada vez más en conexión con los demás y con el mundo.

- La experiencia con las audiciones interesante, me ha reforzado en la comprensión del trabajo que he de afrontar, que estoy afrontando desde ya, en mi camino de crecimiento personal.

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 S: Outreach

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En la cuarta audición me doy cuenta de que me siento dividida entre mente y bajo vientre. Enfrento estos dos organos. En un momento em he dicho ¡basta ya! Y he empezado a llorar.

Me necesito toda yo para tomar decisiones. La salida es el corazón, el amor: presencia, respeto, cuidado.

Necesito escucharme, reflexionar, tomar decisiones y actuar. Todo muy despacio y poco a poco.

En mi vida actual unas veces decido con la cabeza y otras con el bajo vientre.

Según he oído las audiciones he empezado por alcabeza y poco a poco, eñl bajo vientre ha ido tomando presencia.

Me siento debilitada mentalmente

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Soledad es presencia, cuerpo, calor, calma.

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El trabajo con las cintas me ayuda a comprenderme. El escuchar a los demás me ayuda a comprenderles y sentirme cerca de cada unod e ellos.

Puedo estar en relación sintiéndome inquieta.

La actitud de querer estar, ver, escuchar al otro. Emm piezo con el juicio por el miedo a la relación y poco a poco me voy ablandando. Me gusta sentirme así, frágil, vulnerable. Permitir al otro que me vea.

“La soledad es un regalo en el que la relación auténtica está incluida. La paradoja de la vida.”

Gracias por el Taller, me ha ayudado mucho.

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Otras evaluaciones y reflexiones finales

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- La mezcla de meditación “silenciosa”, y “creativa” (sonidos) me resulta difícil de asumir, y preferiría que el trabajo se centrase en una línea o en otra.

- Considero que el contacto con la naturaleza es importante, por ello me hubiera gustado disfrutar de momentos de contemplación en el exterior, independientemente del tiempo que haga.

- El trabajo de consciencia corporal creo que es un buen complemento en este tipo de actividades y también lo eché en falta.

- Más allá de lo que noté como ausencia, lo disfrutado ha servido para el reencuentro personal y el acceso a reconocer e integrar información valiosa.

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Los dolores del cuerpo me distraen. Aunque esta vez he conseguido parar mi ruido mental, sobre todo con als cintas binaurales y la música clásica me he podido desidentificar de pensamiento y relajarme muchísimo.

He obtenido imágenes simbóilicas para analizar. He dejado de estar tna pendeitne de chicos y de proyectos alborales, ver la necesidad de cambiar el enfoque de mi trabajo hacia algo más simple, menos académico y mjás creativo.

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El entorno es austero y eso en algunos momentos me resulta duro, me ayuda a desconectarme con lo material.

El olor del ambiente del convento se me impregna, no hay adornos a los que apegarse.

En cuanto al retiro vengo con pereza y siempre me voy alimentada, motivada para seguir con el trabajo de aprender a vivir más conscietne.

En cuanto al programa o las pautas que hemos seguido, en algunos momentos monótonos y duros.

El trabajo con los sonidos aligeraba un poco el trabajo.

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Sonoterapia: Me ha gustado probar la experiencia, aunque creo que ees algo que se notará con el tiempo de uso.

Mis sensaciones con al cinta asignada han sido agradables unas y desagradables otras. Me ha sentado bien, porque me doy cuenta de cómo me irritan algunos sonidos y me sirve para ver que estoy en estado de alerta continuo.

He visto que anticipo con tensión y angustia todas las situaciones desconocidas. Algo absurdo e innecesario que necesito cambiar.

Las meditaciones sentados sin anda más, me han gustado en cuanto a la duración. Más hubiera sido demasiado y menos insuficiente.

En cuanto a la soledad, me gusta estar sola, tengo más conflicto en la compañía. Me he sentido copn ganas de evadirme: jugar, abrazar, bromear y charlas con gente.

Las meditaciones caminadas me calmo mucho, pero me distraigo enseguida.

Me siento bien. En mí, centrada, enérgica. Necesito caminar, hablar, reír. Ir hacia fuera.

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Siento ganas de llorar y lloro internamente. No estoy triste.

Retiro corto, muy corto. Frío.

Siento a los demás dentro de mí. Esto me hace llorar.

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El trabajo con la cinta sonora ha sido muy interesante. Tengo la sensación de que algo ha hecho y no sé muy bien cómo.

Me voy con una sensación de “cada cosa en su lugar” y muy relajada.

Se me ha quedado corto el tiempo, necesito más días y a la vez contenta, más vale poco que anda.

La comida, sobretodo el pan, me parece de bja calidad y en los desayunos pondría tostadas y galletas. El resto de la comida me ha parecido sabrosa.

El espacio físico es muy adecuado al trabajo, habitaciones austeras y un huerto amplio. Hecho en falta en la habitación una lámpara de mesilla.

Pocos días e intensos, un horario intenso.

Gracias por todo.

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 - En general ha sido un retiro gozoso, incluso en los momentos en los que he contactado con vivencias dolorosas mantenía un estado de goce quizá debido a que me sentía segura en la distancia, reconociendo la sucedido como un recuerdo. He conectado con situaciones del pasado, mío y de mis ancestros que me han permitido comprender mi presente y contactar con él.

- En el gusto por seguir donde me llevaba mi atención he tenido una clara comprensión de haber sido duramente castigada por ello, lo he situado de pequeña en la guardería de donde apenas tengo recuerdo pero sí una sensación de desagrado hacia ella. También desamparo cuando mis padres me dejaban allí sin comprender por qué no quería ir.

De esta experiencia o experiencias guardo un estado perpetuo de alerta y control de mi organismo y una sensación de desamparo. Aquí he podido dejar mi alerta y me he sentido acompañada.

- He conectado con la vida de mia buela y mi madre.

- Me ha encantado trabajar combinando meditación vipassana, andando y sonoterapia.

- Tengo una radio constante en la cabeza que me hace compañía

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 El retiro me ha servido para darme cuenta de cómo me quedo pegada a las emociones, pensamientos y sensaciones físicas.

He tenido al mente muy activa y cuando me daba cuenta de que era arrastrada pro el pensamiento era consciente de su fin, “podía parar”.

La sesión de meditación con el sonido del instrumento chamánico me ayudó a meditar con más profundidad.

Tengo la sensación de que para cuando he empezado a tomar distancia de mis pensamientos, sensaciones y emociones ya se ha terminado el taller. Me hubiera gustado que fuera más largo.

No me ha gustado mucho el trabajo con el amterial auditivo aunque finalemtne me ha servido. Me ha parecido que me limitaba el poder entrar en un estado meditativo más profundo.

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 Ha sido una estupenda experiencia. He conseguido “relajarme”, he aprendido técnica en ello y he sentido mucho.

La música me ha ayudado en ello de especial manera.

La comunicación con los demás ha sido positiva para mí.

Me he sentido a gusto en el silencio.

- muy unida a la naturaleza en este lugar tan especial

- a gusto en las instalaciones

- disfrutando de la comida

Se me ha pasado muy rápido y espero tener de nuevo la realidad de participar.

La música me ha gustado y quisiera seguir utilizando en mi meditación.

Muchas gracias.

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